Las joyas representan un sinónimo de elegancia y clase desde
tiempo inmemoriales; en el Antiguo Egipto, la Roma Imperial o la Grecia
clásica.
Su importancia no solo reside en su tradición y belleza, también
asociamos momentos claves de la vida con las joyas como las pedidas de
matrimonio, momentos en los cuales el anillo es el principal protagonista de la
velada.
Una de las opciones más demandadas por su fisionomía son los
brillantes. Estos poseen un tipo de talla que se le aplica a cualquier
piedra o gema. Esta talla obtiene los más bonitos ángulos de refracción de luz
para que el material usado brille en su máximo apogeo, y esto viene dado por
ser un tallaje redondo. Además, los brillantes pueden ser de los tan cotizados
diamantes o de otras gemas preciosas.